sábado, 8 de octubre de 2011

Los primos se divierten juntos en verano

Hola, ya estamos de vuelta. Muchos de vosotros echabais de menos nuestras aventuras. Desde que volvimos de vacaciones habíamos aparcado el blog, pero hoy he decidido desempolvarlo dado que el correo no me permite mandar las fotos por su exceso tamaño.
Antes del comienzo de verano estuvimos en la isla de Møn. ¿Quién dijo que en Dinamarca no hay relieve?
Y además pudimos ver una interesante exposición sobre los orígenes geológicos del país, e incluso fingir cómo modelamos el paisaje sobre maquetas.
Los acantilados de yeso de Møn surgieron como consecuencia del levantamiento de la cordillera de Noruega, y están en permanente cambio, debido a la erosión marina, las lluvias y el hielo.








Podemos continuar por cómo empieza el verano en Dinamarca, la noche de San Juan, en la que estuvimos en la playa con manga larga (había hecho un día fresco), haciendo barbacoa junto a otras familias hispanas. Curiosa la luz del atardecer. Juan estaba en Alemania recibiendo a las brujas que son quemadas en las hogueras danesas.






Dos días después de acabar el cole, estuvimos en Tívoli junto con Vanessa, Peter y sus hijas Jasmine, Gaetan y la pequeña Amber.





Algún otro día contaremos en este blog la historia de una jardín, pero ahora nos vamos al verano calentito de Málaga y Segovia. El mojadito mes de Julio en Dinamarca nos dio muchas ganas de playa, que tuvimos la suerte de disfrutar junto a todos los primos, tanto Jurado como Santos.

Los primos Luisete, Guillermito y Paloma, pensando que no podrían ver a sus primas en el playa, hiecieron un motín que obligó a sus papás a desviarse hacia Málaga en su regreso desde Cadiz, y lo pasamos genial juntos en las playas, paseando por Coín y en la huerta de los abuelos.
¡Dios mío! Raquel ha perdido el cuerpo.



Paloma, futura clienta del tío Juan




¡Quién tuviera ese carrito para echarse esas siestas en la playa!


Otra tarde quedamos con los primos Alejandro, Cristina y Rodrigo que estaban de vacaciones en Motril. Nos acercamos hasta Nerja que estaba precioso, y a Rafa le impresionó ver tanto turista extranjero, comparado con la tranquilidad de Motril.







El muchacho es guapo, y está hermoso.



Y al volver al centro antes de volar definitivamente a Copenhague, estuvimos en Segovia y nos comimos un cochinillo con todos los primos en la finca.

¡Vaya tropa!





El día 8 volvimos a Copenhague esperando que se hubiera pasado la lluvia y que, aunque enmpezasemos el cole, trabajo y clases, pudieramos disfrutar del tan deseado y agradable verano danés (dejlig sommer) del que los daneses hablan, pero por lo pronto el día del picnic de inauguración del curso, el único que no perdió el buen humor fue Juan.